27 de febrero de 2012
En la actualidad, se consumen diariamente 83,7 millones de barriles de petróleo en todo el mundo y las estimaciones indican que esta cifra aumentará hasta llegar a los 112 millones de barriles diarios en 2020. Cada año se utiliza una cantidad de petróleo cuatro veces superior a la que se descubre, así que más tarde o más temprano, la escasez del petróleo está asegurada. Por lo tanto, encontrar y desarrollar soluciones alternativas no sólo es una cuestión ambiental, sino también una necesidad estratégica de futuro.
Los biocarburantes constituyen una salida poco traumática para paliar la escasez de crudo, ya que son capaces de sustituirlo sin necesidad de realizar grandes cambios en el parque móvil mundial. El biodiésel puede utilizarse en la mayoría de automóviles actuales sin necesidad de modificación e independientemente de cuál sea la mezcla entre éste y el gasóleo convencional, si bien en los motores sí son necesarias modificaciones para que admitan mezclas de más de un 15% de bioetanol en la gasolina.
Si bien aún queda mucho camino por recorrer en lo que se refiere al estudio de nuevos cultivos y técnicas que permitan satisfacer una mayor demanda de cultivos energéticos, ya se están desarrollando proyectos en varias zonas del mundo. En España, concretamente, existen hoy iniciativas que, de transformarse en proyectos, permitirían alcanzar el objetivo de producir 2,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo en 2010. Asimismo, los mayores fabricantes de automóviles han comenzado a producir y comercializar vehículos de combustibles y tecnologías alternativas, diferentes a los motores convencionales de combustión interna. Entre los combustibles alternativos se encuentran, principalmente, el gas natural, el GLP (Gas Licuado de Petróleo) y los biocarburantes. Estos últimos son los combustibles líquidos de origen biológico que, por sus características físico-químicas resultan adecuados para sustituir a la gasolina o el gasóleo, bien sea de manera total, en mezcla o como aditivo. Estos productos se obtienen sobre todo a partir de material vegetal. Actualmente se pueden encontrar dos grandes tipos de biocarburantes: el bioetanol, que sustituye a la gasolina y se produce básicamente mediante la fermentación de granos ricos en azúcares o almidón (cereales, remolacha azucarera, sorgo…), y el biodiésel (a partir de plantas oleaginosas como la colza, la soja o el girasol, si bien se pueden utilizar igualmente los aceites de fritura usados y las grasas animales), que se puede utilizar en lugar del gasóleo. En España, ambos están empezando a penetrar tímidamente en las gasolineras.
Reducción de emisiones
Desde el punto de vista medioambiental, los biocarburantes tienen muchas ventajas, ya que, si bien liberan CO2 durante su combustión, éste ha sido previamente absorbido por la materia vegetal que constituye su materia prima y, de este modo, el balance de emisiones es casi neutro, favoreciendo una importante reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Otra ventaja añadida es que gran parte del biodiésel que se elabora procede de aceites vegetales usados, con lo que además de obtener carburante de más limpiamente, se está retirando un residuo capaz de contaminar una media de 1.000 litros de agua por cada litro de aceite.
En cuanto a las prestaciones que ofrecen, todo depende del tipo de biocarburante y de su grado de utilización. En lo relativo a su influencia en la mecánica, ésta presenta importantes ventajas, ya que el biodiésel tiene un poder lubricante mayor al del gasóleo y contribuye a alargar la vida de los motores.
Por lo que respecta a su eficiencia, los biocarburantes aportan más energía de la que se necesita para su producción, por lo tanto el balance energético que representan es muy positivo. El punto común de todos los biocarburantes es asimismo su menor peligrosidad con respecto a los combustibles fósiles. Entre otras cosas, porque existe una gran posibilidad de que sean consumidos cerca de sus lugares de origen, evitando así gran parte del transporte y, con ello, el peligro de que se produzcan vertidos accidentales. En caso de producirse, sin embargo, los biocarburantes tienen una capacidad mayor para disolverse en el agua, por lo que resultan altamente biodegradables. También en línea con los aspectos de seguridad, cabe destacar que el biodiésel es un producto menos peligroso que el gasóleo, ya que éste se inflama a partir de 55ºC, mientras que el biodiésel necesita 170ºC para entrar en combustión, lo que aporta seguridad añadida durante su transporte.
Los vehículos que utilizan gas natural como combustible difie-ren de los vehículos con gasolina en el sistema de alimentación y almacenamiento del combustible y, en general, son menos contaminantes que los vehículos convencionales. En los que utilizan GLP, el combustible es una mezcla de propano y butano que se almacena comprimida en un depósito y presentan ventajas medioambientales al emitir menos contaminantes que los carburantes habituales.
Tecnologías alternativas
Entre los vehículos que cuentan con tecnologías alternativas se encuentran los coches híbridos, los de pila de combustible y los coches eléctricos. Los coches híbridos cuentan con un motor de combustión interna y un motor eléctrico. El motor térmico se detiene en las paradas del vehículo y el eléctrico ayuda al térmico en los arranques y aceleraciones. Tiene freno regenerativo, que aprovecha la energía de frenada para producir electricidad, y baterías acumuladoras.
La pila de combustible es un sistema electroquímico que transforma la energía química en energía eléctrica y vapor de agua. Ofrece importantes ventajas sobre la tecnología clásica de combustión, no solamente por el aumento de la eficiencia (que puede ser superior en más de un 20%), sino porque cuado se utiliza el hidrógeno como combustible, la única emisión producida es vapor de agua. Por su parte, los coches eléctricos están alimentados por baterías y no producen emisiones contaminantes, además de ser muy silenciosos.
En definitiva, seleccionar y utilizar los vehículos de forma responsable y planificada favorece la reducción de emisiones nocivas para el medioambiente –lo que supone un beneficio para todos–, la reducción de costes, e incluso una mejora de la imagen de la empresa que decida implantar estos vehículos en su flota.
Más información: www.idae.es
Destacados:
Los biocarburantes son capaces de sustituir al crudo sin necesidad de realizar grandes cambios en el parque móvil mundial
Seleccionar y utilizar los vehículos de forma responsable y planificada favorece la reducción de emisiones nocivas para el medioambiente
Despiece 1: MOVELE, el proyecto piloto de movilidad eléctrica
El Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011, aprobado por el Consejo de Ministros el año pasado, incluye el desarrollo de un proyecto piloto de introducción de vehículos eléctricos con el objetivo de demostrar la viabilidad técnica, energética y económica de esta alternativa de movilidad.
El Proyecto MOVELE, gestionado y coordinado por el IDAE, consiste en la introducción en un plazo de dos años (2009 y 2010), dentro de entornos urbanos, de 2.000 vehículos eléctricos de diversas categorías, prestaciones y tecnologías, en un colectivo amplio de empresas, instituciones y particulares, así como en la instalación de 500 puntos de recarga para estos vehículos, con los siguientes objetivos:
• Demostrar la viabilidad técnica y energética de la movilidad eléctrica en los entornos urbanos, posicionando a España entre las escasas experiencias reales de demostración de las tecnologías de movilidad con energía eléctrica.
• Activar dentro de las administraciones locales implicadas medidas impulsoras de este tipo de vehículos: infraestructura pública de recarga, reserva de plazas de aparcamiento, circulación por carriles bus-taxi, etc.
• Implicar a empresas del sector privado en la introducción del vehículo eléctrico: empresas eléctricas, empresas de seguros y de financiación (renting), etc.
• Servir como base para la identificación e impulso de medidas normativas que favorezcan esta tecnología: medidas fiscales en la compra o uso de los vehículos, tarifas de suministro, modificación de normas que impidan su evolución (acceso a puntos de recarga en viviendas comunitarias, homologación), etc.
Ciudades eléctricas
En el marco de MOVELE, el pasado mes de febrero fue aprobada la formalización de tres convenios de colaboración entre el IDAE y los municipios de Sevilla, Madrid y Barcelona para la ejecución y puesta en funcionamiento de una red piloto de estaciones de recarga pública de vehículos eléctricos, como paso previo e imprescindible a la introducción de la movilidad eléctrica en sus entornos urbanos.
Uno de los objetivos de este convenio es activar, dentro de las administraciones locales implicadas, medidas impulsoras que permitan generar una red de puntos de suministro en las calles y aparcamientos públicos, como paso previo a la puesta en circulación de un total de 2.000 vehículos eléctricos en el plazo máximo de dos años.
La firma de estos convenios deberá permitir la instalación de 546 puntos de recarga públicos en el horizonte 2009-2010 (75 en Sevilla, 280 en Madrid y 191 en Barcelona).
Despiece 2: Las alternativas
Combustibles alternativos:
• Gas Natural
• GLP (Gas Licuado de Petróleo)
• Bioetanol
• Biodiésel
Tecnologías alternativas:
• Coches híbridos
• Pila de combustible
• Coches eléctricos