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  • El hospital del futuro llegará a Burgos en 2010

    27 de febrero de 2012

    Temática: Cables Baja Tensión
    Hospital de Burgos

    El nuevo hospital de Burgos abrirá sus puertas a mediados de 2010 para acoger nuevos servicios de calidad en una superficie que abarcará cerca de 230.000 metros cuadrados. Junto a la potenciación de algunas áreas y unidades médicas, este centro se caracterizará también por avanzados equipamientos e instalaciones. Para asegurar el mejor suministro de electricidad, una UTE formada por las empresas Crespo y Blasco, Imtech y cuatro socios locales, están instalando cables de Prysmian.

    Bautizado por muchos como el hospital del futuro y como una apuesta puntera debido a su particular estructura y a sus equipamientos asistenciales, el nuevo hospital de Burgos verá previsiblemente la luz a mediados de 2010, una vez que concluya el traslado del antiguo Hospital General Yagüe. Hasta entonces, más de un millar de profesionales seguirá trabajando en una obra cuya superficie alcanzará los 230.000 metros cuadrados, y cuya primera piedra se puso en 2006.

    Lo que hace realmente pionero a este macrocomplejo no es sólo el número de camas que albergará (unas 678, sólo catorce más que el centro actual), sino también la calidad y cantidad de los servicios que se prestarán en él. Así, se calcula que el nuevo hospital acogerá más de una veintena de quirófanos, 24 salas de radiología y un área de ur­gencias con decenas de salas de exploración. A todo ello se unirán también nuevas unidades, como cuidados intensivos y cirugía pediátrica, y se reforzarán las áreas ambulatorias de diagnóstico y tratamiento.
    Pero, más allá de los avanzados servicios médicos con los que contará este centro, el nuevo hospital de Burgos es innovador también por su estructura interna, en la que han participado un conglomerado de empresas y entidades bancarias que dispusieron de un presupuesto inicial de 242 millones de euros en obra y equipamiento. Basada en un modelo de concesión de obra pública, la concesionaria promotora de esta iniciativa está formada por las constructoras OHL, Corsán-Corviam y las sociedades Urbanizaciones Burgalesas, un con­sorcio de pequeñas empresas locales, junto con entidades financieras como Caja Burgos, Caja Círculo y Banco Santander.

    La dirección de este proyecto corre a cargo de la compañía Promec, que trabaja como ingeniería de la concesionaria, y la instalación eléctrica, en la que se han utilizado cables de Prysmian, está a manos de la UTE Instalaciones Eléctricas Hospital de Burgos, formada por las empresas Crespo y Blasco, Imtech y cuatro socios locales: Elecduero, CG Antón, Castellana de Seguridad y Azorín. “A la hora de constituir esta Unión Temporal de Empresas, la concesionaria promotora valoró la categoría de las compañías. Se requería algún socio local que pudiera aportar precisamente ese conocimiento local necesario. Y se aseguró de contratar empresas con una entidad importante y una experiencia y un conocimiento consagrados en este tipo de instalaciones para que fueran capaces de ejecutar el proyecto”, explica Domingo García, Ingeniero Técnico Industrial de Crespo y Blasco y Gerente de la UTE. De hecho, la compañía Crespo y Blasco acumula ya un amplio bagaje en la construcción de hospitales, con claros referentes como los centros de Valdecilla (Santander) y Candelaria (Tenerife), en los que se utilizaron cables Prysmian, y otros proyectos como los hospitales de Valdemoro, Vallecas o Toledo.

    La magnitud del proyecto

    Cuando la UTE Instalaciones Eléctricas Hospital de Burgos se constituyó, las pretensiones iniciales consistieron en abarcar todo tipo de instalaciones en el centro: desde las eléctricas, de comunicación y detección de incendios, hasta climatización y fontanería. “Finalmente, a la UTE le ha correspondido únicamente la parte destinada a la electricidad”, indica García. La ejecución de la instalación eléctrica se puso en marcha en abril de 2008 para que en enero de 2010 se pu­diese hacer entrega del proyecto al Sacyl (el sistema de Sanidad de Castilla y León). La UTE estima que la electricidad estará terminada durante el primer trimestre de 2010, pa­ra que en verano de este año puedan empezar a entrar los pacientes.
    Por sus dimensiones particulares y por sus instalaciones, el proyecto del nuevo hospital de Burgos tiene una serie de rasgos diferenciales frente a instalaciones más convencionales. En primer lugar, y dada su especial envergadura, el hospital cuenta con toda clase de equipamiento, como hospitalización, quirófanos, consultas externas, radiologías, medicina nuclear, etc. En segundo lugar, y tal como apunta el gerente de la UTE, “en todo lo que se refiere al tema eléctrico, la corriente viene de unos centros de transformación situados a modo de anillo y, aparte de esta estructura, el hospital cuenta también con sistemas en caso de emergencia y fallos de tensión de red, formados por grupos, que son la principal particularidad de la instalación”.

    No obstante, precisamente en esta particularidad es donde surgió una de las principales dificultades del proyecto. “En la UTE somos más partidarios del grupo a pie de cuadro general, de modo que si falla el centro de transformación, trabaja el grupo. Pero debido a este proyecto especial y a las decisiones de los arquitectos, los grupos se han sacado a una zona industrial para evitar que se sitúen cerca de la zona de influencia hospitalaria”, apunta García.

    Retos y dificultades

    Parte de lo que todavía queda por definir es la zona de radiología, una área muy cara de equipar que, por regla general, se deja para el final. “El problema aquí es que no podemos trabajar aún sobre esta zona hasta que no sepamos con qué máquinas se va a equipar”, comenta García.
    La envergadura propia de la obra, asimismo, constituye un reto importante para todas las empresas encargadas de la instalación. Tal como indica el Gerente, las dimensiones del hospital requieren “más centros de transformación y más longitudes de líneas. Lo que suele ocurrir en estos grandes proyectos es que hay muchos metros cuadrados de pasillo y zonas muy diferenciadas, con mucha distancia entre unas y otras, de modo que se dejan unas áreas determinadas para la instalación”.

    La instalación al detalle

    Superados estos retos, la instalación eléctrica continúa a través de equipamiento seguro y de calidad. El cableado corre por cuenta de Prysmian, puesto que “el proyecto requería primeras marcas”, asegura el responsable de Crespo y Blasco, que añade: “Así, las características principales de estos cables libres de halógenos son la alta seguridad, la resistencia al fuego y la disipación térmica”. En cuanto a los cables utilizados, la instalación parte del anillo de media tensión, que es un cable HPRZ1 de 12/20 kV, al que se suma también cable de 45 kV. Para baja tensión se usan cables RZ1, libres de halógenos, y SZ1 AS o AS+, que es Afumex Firs y que es resistente al fuego. En distribución, por último, se ha utilizado cable de 750 voltios, también Afumex.

    El modo de instalación, por otra parte, se ha caracterizado por una variedad de métodos. Los 45 kV vienen en gran parte enterrados bajo tubo. En el suministro de 13 kV de los anillos interiores hay cerca de un 25% enterrado en tubo, aunque el resto se coloca en bandejas metálicas cerradas con tapa, y la instalación recurre también a bandejas de rejilla y perforadas. “Todo esto concluye en miles y miles de circuitos, puesto que no hay que olvidar que la instalación cuenta con cuatro centros de transformación y, a partir de ahí, se generan multitud de circuitos”, explica García.
    En caso de emergencia y posibilidad de evacuación, además, el hospital está equipado con todas las instalaciones establecidas por ley: aparatos autónomos de emergencia, grupos electrógenos para casos de fallos en los suministros de red, alumbrados de emergencia, SAIs, etc.
    De lo que se trata, en definitiva, es de aplicar materiales de primera marca e instalaciones de calidad para asegurar el óptimo funcionamiento del nuevo hospital que, si no hay retrasos, estará en funcionamiento a mediados de 2010.

    Destacados:

    El nuevo hospital de Burgos es innovador por varios motivos, uno de ellos es su estructura interna en la que ha participado un conglomerado de empresas.
    En cuanto a los cables utilizados, la instalación parte de un anillo de media tensión (cable HPRZ1 de 12/20 kV), al que se suma el cable de 45 kV

    Despiece : Características técnicas de la instalación

    Desde un punto de vista más técnico, el suministro en esta instalación es de 45 kilovoltios, lo que en sí mismo es también una particularidad, y por tanto el hospital cuenta con una subestación que reduce la tensión a 13,2 kV, la habitual en Castilla y León. A partir de ahí, se hace al anillo de red normal.
    Por otra parte, la estructura cuenta con cuatro grupos de 1.600 kVA en paralelo cuyo funcionamiento es a 400 voltios; es decir, en baja tensión, y alimentan a unos transformadores que lo elevan. “Desde ahí convertimos un anillo de media tensión de la parte de grupos, igual que teníamos un anillo de media tensión de red. La dificultad que tienen los grupos es acoger la carga, y ése es uno de los aspectos en los que hemos tenido que trabajar mucho”, explica Domingo García, Ingeniero Técnico Industrial de Crespo y Blasco y Gerente de la UTE.

    Ficha de proyecto

    Dirección de obra: Promec
    Superficie: 230.000 m2
    Promotor: OHL, Corsán-Corviam y Urbanizaciones Burgalesas
    Instalación: Crespo y Blasco, Imtech, Elecduero, CG Antón, Castellana de Seguridad y Azorín

     

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